3.3 acidez

EL OCÉANO SE ESTÁ ACIDIFICANDO CON RAPIDEZ

La acidez del océano se ha incrementado en un 30% desde el comienzo de la revolución industrial. Si la concentración de CO2 atmosférico sigue aumentando al ritmo actual, al final de este siglo el océano será corrosivo para las conchas de muchos organismos marinos. Se ignora cómo se podrán adaptar los organismos marinos y si esa adaptación será posible.

Ese incremento es 100 veces más rápido que cualquier cambio de la acidez que hayan experimentado los organismos marinos durante al menos los últimos 20 millones de años. Hace 65 millones de años, la acidificación del océano tuvo como resultado la extinción masiva de organismos marinos calcáreos, que son parte integrante de la red alimentaria marina. En aquella época, los arrecifes coralinos desaparecieron del registro geológico y tardaron millones de años en recuperarse.

La actual acidificación provocada por el hombre constituye un fenómeno poco frecuente en la historia geológica de nuestro planeta.

La mayoría de los estudios indican que cuando la acidificación aumenta, la calcificación disminuye, afectando a la formación de conchas y esqueletos. En lo que respecta a la calcificación, los organismos marinos reaccionan de distintas maneras en las diferentes etapas de su ciclo vital. Algunas de las primeras etapas de vida son especialmente sensibles a la acidificación.

En el caso de los animales marinos, entre ellos los invertebrados y algunos peces, la acumulación de CO2 en el cuerpo también puede alterar procesos distintos de la calcificación, lo que puede provocar cambios generales de la morfología, el estado metabólico, la actividad física y la reproducción del organismo en cuestión.

Algunos grupos de fitoplancton, como los cocolitofóridos, podrían verse afectados negativamente por la acidificación del océano, mientras que otros, como por ejemplo, las cianobacterias que fijan nitrógeno, podrían resultar beneficiados por los elevados niveles de CO2. Los efectos que se producen en el fitoplancton y otras especies vulnerables podrían alterar las redes alimentarias marinas, lo que a su vez afectará a las pesquerías.

A mediados de este siglo, se prevé que los índices de calcificación de los corales disminuirán alrededor de un tercio y la erosión de los corales superará la tasa de crecimiento de los mismos. Es posible que muchos arrecifes no subsistan.

Los experimentos han mostrado que la acidificación del océano dificulta la calcificación de los corales profundos. En 2100, el 70% de los corales de agua fría estarán expuestos a aguas corrosivas. Los ecosistemas de corales de agua fría proporcionan hábitat y zonas de alimento y desove para muchos organismos de aguas profundas, incluidas algunas especies piscícolas comerciales.





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